Marcos (tercera y última parte)
Marcos me agarra del brazo y me coloca frente a él. Me mira a los ojos y me besa con fuerza, como si inflara una burbuja de energía que lo va a proteger del cuadrúpedo que se acerca gateando por la alfombra, apenas visible en la penumbra de la habitación que huele a sahumerio de manzana verde. El tipo se desliza lentamente con la cabeza baja, atravesando una por una las líneas de luz que se cuelan por las ranuras de la persiana. (more…)