No soy un mal tipo
Mi vida sexual está marcada por el signo de la arroba. Esta ficha obvia estuvo ahí asomada, atascada en la ranura, hace rato, pero recién hoy me terminó de caer. Conocí al primer tipo con el que cogí, en un chat, en 1997 o 1998. Había todavía una distancia irónica entre la asepsia de la tecnología que permitía el levante (recuerdo que el chat que yo usaba tenía salas sociales repletas de gente y salas sexuales con muy pocos usuarios) y el telo mugroso donde cogimos (el único donde dejaban entrar a dos hombres, seguramente ilegal). Desde ese momento hasta hoy conocí a casi todos mis novios, garches y amigarches a través de la red. (more…)