Cuba libre, un viaje, 5
Varadero, cuarta y última noche
Es el último día en Varadero, pero me esperan seis días en Cayo Coco, o sea, más all-inclusive, playa y ampollas en los pies. Sí, el rojo de la piel se diluyó un poco, pero las ampollas, tectónicas, crecen. Igual es el último día, así que voy a la playa y me tiro en la reposera, debajo de la sombrilla de paja, a leer. El tipo de las cadenas de oro en el cuello sigue ahí, pero el taxi boy desapareció. Antes de que me acomode del todo aparece el guardavidas que me quiso vender habanos. Está bien, hoy estoy con ganas de charlar, ya hace tres días que estoy acá y hablé sólo con turistas (argentinos, canadienses, alemanes). Es hora de hablar con los locales.
Se agacha junto a la reposera, como hizo el otro día. Tiene anteojos negros y está en cueros. Está a punto de susurrarme algo cuando le pregunto “¿Qué es esto?” señalándole una cicatriz que tiene en el cuello, debajo de la nuez de Adán.
-¿Esto?-dice levantando la cabeza para exponer todavía más el cuello y tocándose el bulto en la piel.
-Sí, acá tenés otra igual-le digo, tocándole con el índice otra cicatriz igual arriba del pezón. El roce de la yema de los dedos contra la piel del tipo me recuerda cuánto hace que no tengo sexo, e inmediatamente después cuánto hace que no me pajeo.
El tipo hace un gesto de resignación y dice: “la china”.
¿La china? ¿Será que los cubanos le dicen chinitas a las mujeres, como los gauchos en nuestras pampas? Tengo en la cabeza un sinfín de estereotipos horribles. Me imagino al negro llegando borracho a la casa, buscando a tientas a la mujer hasta llegar a la cocina, abalanzándose sobre la mujer inclinada sobre el fuego, apretando contra su ingle las caderas de la esposa que se resiste, el tipo brusco, la mujer que gira y le cruza la cara con un cachetazo, el tipo que retrocede, se toca la mejilla, furioso y avanza con la mano oblicua, en alto, para golpearla, la mujer manoteando un cuchillo y clavándoselo en el cuello y después en el pecho y escapando de la casa, corriendo. La china, corriendo, el negro, furioso, puteando, retrocediendo, apoyando la espalda contra la pared, resbalando hasta el piso. (more…)