Cuba libre, un viaje, 6
Primera jornada en Cayo Coco
– Mi vocación siempre han sido las llaves – dijo el chofer.
Me acomodo en el asiento, recostándome, giro la cabeza y miro por la ventanilla, acaricio el cuero del asiento, tibio con mi propio calor. Las pocas luces a lo lejos, en la oscuridad, superpuestas en el reflejo del chofer inclinado sobre el tablero del auto. Me adormezco enfocando las luces a lo lejos y luego desenfocando hasta que el chofer entra en foco, inclinado con la cara iluminada desde abajo, como si se calentara en el fuego de una hornalla. (more…)