[20 de Octubre de 2002, 10pm, Rutgers, New Jersey]
Me divierte la denuncia que afirma James Dean es un fenómeno fabricado, artificial, inexistente. Los denunciantes afirman que tres películas no son suficientes para juzgar el trabajo de un actor. Quizás tengan razón, pero a quién le importa. Tres películas alcanzan y sobran para dibujar con tinta indeleble un grafismo único, pero eterno. A esos grafismos yo los llamo “puertitas”.
Sostengo, desde la vereda de enfrente, que hay obras maestras completas, hay artistas con un cuerpo de obras avasallante, pero también hay genios que nacieron para crear sólo un fragmento ínfimo pero esencial del universo, una piedrita mágica desprendida de la gran montaña de la belleza. Yo mismo me contentaría, no con la ejecución de un texto perfecto, devastador, sino con el esbozo de una sola frase llena de ruido blanco y ecos pendulares. Nada más.
Hay puertitas en ciertas canciones, en ciertos textos, en ciertas vidas. Puertitas apenas entornadas por las que se cuelan aires cósmicos, el suspiro de demonios que respiran agitados.
Hay una al comienzo del “donchu” de Simple Minds. Dos golpes secos de batería sobre una guitarra distorsionada y Jim Kerr que grita “Je je jeeee, uuuuuh, uhhhh-uhhh ohhhh!” y la canción se tira al agua de cabeza. Toda la canción es una joya pop, pero en sí solo un comentario de pie de página del grito inicial.
La puertita de James Dean es la evidencia que les está vedada a los necios empecinados en su desacralización automática, en su expulsión del templo teenager de la inmortalidad. En Rebelde sin Causa, luego de la escena de la carrera de autos suicidas, Dean vuelve a su casa suburbana. La casa está a oscuras, en silencio y Dean va hacia la heladera, saca una botella de leche y bebe unos sorbos cortos. Ahí mismo hay un tajo sangrante en la carne de la realidad, una suspensión del transcurso del tiempo: la puertita se abre. Dean toma la botella helada y la frota con lentitud contra su frente caliente. La puertita se cierra. Es un instante innecesario, superfluo, que hubiera quedado en el piso de la sala de edición si la película no la dirigiera el freak de Nicholas Ray.
Hace pocos días encontré otra puertita: Queen siempre me pareció una banda alienígena, aún luego de su canonización post mortem. Sí me divertía muchísimo la broma al final de “One vision”, con el truco fónico de reemplazar el “One vision” del título y el estribillo por un enérgico “Fried chicken!”.
La puertita de la que hablo se encuentra también dentro de otra joya pop, el video de “I want to break free”. No hace falta ni siquiera ponerlo en contexto, pero por las dudas: Queen era en 1984 una banda ya solidificada en su propia fama, que había sobrevivido a la debacle del rock sinfónico, a la muerte temprana del punk enojado y había mutado a banda pop artsy. El video es una gastada a la novela más popular de Inglaterra en ese momento, “Coronation Street”.
Nada de esto importa. Les describo los primeros segundos del video.
Suburbio londinense, paisaje fabril, una mañana opaca, lenta, la cámara se detiene en la ventana de un edificio. Una mujer con ruleros apaga el despertador, se calza unas pantuflas-conejo y se dirige a la cocina refunfuñando. Corte. Una puerta abierta (y aquí también se abre una de mis puertitas) por la que asoma rítmicamente una aspiradora guiada por el antebrazo peludo de alguien que todavía no vemos. Adelante-atrás la aspiradora a través de la puerta, y de pronto, con tres pasos ágiles, Freddy Mercury aparece en escena totalmente travestido, con rouge rosa pálido en los labios, pelo batido, una blusa pegada al cuerpo – que delata las tetas de mentira – minifalda de cuero, medias con portaligas y tacos.
Estos detalles tampoco importan. Lo que sí importa son los tres pasos que Mercury da para entrar en el living, el leve movimiento de la cadera enderezando la columna, enarbolando las tetas como estandarte, la sonrisa infantil que dirige a la cámara y que dura un segundo. Siento con una convicción inapelable que Mercury nació para dar esos tres pasos, siento su gozo sin límites demoliendo su reputación de banda seria con esos tres pasos y esos aros de plástico rosa.
Ahí se cierra la puertita, aunque sí hay que ser justos y decir que el resto del video es de una inteligencia intachable: grabar un clip que nace añejo y ridículo y por eso mismo, inmortal. Es un video desaforado, empalagado en sí mismo y que incluye a Mercury intrepretando partes del ballet L’Apres-midi d’un faune, de Debussy.
MTV no entendió nunca la broma – ni el hecho de que los tres pasos sinuosos de Mercury eran una joya en sí mismos – y se negó a difundir el video. No faltan los que sostienen que el por entonces inminente desembarco en USA de Queen (una nueva invasión inglesa luego de la beatlemanía) se fue a pique en ese mismo momento, pisoteado por los tacos agujas de Freddy.
Pero tampoco importa: cuando estoy deprimido, cuando la infame sucesión de exámenes, resfríos e hijos de puta me sobrepasa, vuelvo a estos segundos que funcionan como tónico energizante: ginseng para el alma. Píldoras de felicidad sin efectos colaterales, que ahuyentan cualquier posibilidad de que la vida no tenga sentido.
freddy fue y siempre sera lo mejor q ha dado la musica tubo todo fue sensillamente completo y queen sin freddy no tiene sentido no tiene el grupo ni pies ni cabeza freddy era el cerebro del grupo yo no estoy deacuerdo con q alguien pise el suelo que piso freddy para mi lo han insultado al gran freddy todo poderoso ..
Freddie realmente era la reina, tenia todo bajo control, era el capo de todo.I want to break free es uno de los videos mas divertidos y espectaculares que i en mi vida, si mal no recuerdo en primero que vi en mi vida. Amo a Queen es la banda perfecta,su musica es inmortal su ropa sus secretos y…Freddie que es insustituible
simplemente un gran artista.Lo unico que debe de importar es lo que nos hizo disfrutar con su presencia y su musica y punto en boca.Que en paz descanse su majestad
Entiendo exactamente a que te referís.
Llegué a tu blog ayer… desde hace un par de horas que vengo recorriendo posts. Desearía poder expresarme tan ágilmente como vos.
hola q tal soy elena de argentina tengo 14 años y creo q la magia q podems encontrar en el no esta soo enla persona el do todo por la musica y averdad q yo soy una fand eel por es lo digo pero fuera otra persona creo q es una ser humano tiene los mimos derecho y demas el q quiera y se interesa hablar mas de freddie me peude encontrar en elitagaleano@hotmailcom . espero q lean esto yq e contacten con migo gracias.